Escribir en el Museo del Prado: Hasta ahora no te había dicho...
La pintura tiene la facultad de transmitir realidades profundas más allá de la superficie: el cuadro es una ventana abierta que te permite ver el fondo de la habitación, del retratado, del paisaje, de la vida. Es un arte sin movimiento del espectador ni de la escena y eso permite que la mirada profundice en la imagen.
Así comenzó el taller de Chema Gómez de Lora en el Museo del Prado el día 30 de mayo de 2019. Quedamos a las 7 pm, recogimos los tickets de entrada gratuita (de 7 a 7.30 pm hay entrada libre) y nos fuimos a la "Sala de los Bufones" de Velázquez. La magia de Chema nos envolvió a todos. Yo solo le conocia a él. Sin embargo, Chema hizo fluir entre nosotros una conexión que provocó rápidamente que el pudor inicial desapareciera.
El objetivo del taller era interpelar nuestro más profundo yo mirando al débil, al bufón, para dar lugar a una tertulia que pudiera acabar en texto literario. Primero miramos los cuadros de los bufones, los observamos y fuimos más allá del retrato en sí. Como nos recordó Chema, el barroco busca las tres dimensiones en "el fondo" de los ojos. Rembrant y Velázquez descubren que "detrás" de la mirada de los retratados el espectador anhela encontrar la profundidad de los sentimientos, los miedos y las virtudes de esos personajes.
Los bufones son muy platónicos: muestran la dualidad del mundo sensible imperfecto y limitante (los poderosos los llamaban "hombres de placer" y sirven de distraccion) frente al mundo de las ideas donde la belleza de la bondad se esconde en el fondo de sus ojos. La mirada serena de Don Sebastián de Morra o Don Diego de Acedo guarda el secreto de lo "verdadero".
Con estos elementos, y algunos más, empezamos a construir nuestras historias. Nos trasladamos al Vips de Neptuno y empezamos la conversación abierta y franca siempre hábilmente dirigida por Chema. Profundizamos en un cambio de punto de vista. Primero compartimos algún momento en el que nos sentimos o nos trataron como "bufones", después algunos momentos en los que nosotros tratamos a otros como "bufones" y nos dieron una lección de bondad y humanidad. Finalmente, llegó el momento de construir nuestro relato, que tenía que contener la frase: hasta ahora no te había dicho .... La única instrucción fue que el escenario tenía que ser lo más nítido posible para que el lector se ponga en la piel del personaje.
Ahora es momento en que tú te animes a construir una historia. Envíanoslo a info@bokobo.art y lo publicaremos en nuestras redes.
El bufón Don Sebastián de Morra